La característica esencial de la hipocondría es el miedo o la preocupación persistente a padecer una enfermedad grave, incluso la convicción de estar gravemente enfermo, a partir de la interpretación subjetiva de uno a más signos corporales. Subjetiva, porque se mantiene incluso después de que las pruebas médicas indican lo contrario.
La persona hipocondríaca, delante de los informes médicos, no se queda convencida y piensa que seguramente las pruebas o los análisis no lo habrán detectado. Es por ello que normalmente inician peregrinación por diferentes médicos y servicios. La sintomatología puede ir variando. Acostumbran a estar muy atentos a los cambios físicos y/o corporales, así como a buscar cuantiosa información acerca de las diferentes patologías
Tipo de personas propensas a padecer el trastorno
La persona hipocondría se trata de un enfermo imaginario, ya que si bien es cierto que la magnitud del sufrimiento elevada, se trata de un producto del pensamiento y donde no hay una base médica que lo justifique.
Las personas más propensas a padecer este trastorno son aquellas con rasgos obsesivos así como aquellas con tendencia a padecer ansiedad y/o depresión.
No hay relación con el nivel social o cultural que tenga la persona y el nivel de riesgo a padecer el trastorno.
Objetivos del tratamiento psicológico
Al tratarse de un trastorno relacionado con percepciones o interpretaciones erróneas y catastróficas de las sensaciones corporales, el tratamiento psicológico tiene como principal objetivo el hacer una reeducación congnitiva y conductual con el fin de que la persona pueda conseguir hacer unas interpretaciones y atribuciones más ajustadas a la realidad.
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