Ser espiritual

Ser espiritual no es más que afrontarse uno mismo; o lo que es igual: comprender que estamos vivos para disfrutar y aprender de esa vida. Ser espiritual no es más que ir confiando en el sentimiento y la intuición propios, lejos de voces tremendistas, de temores o dogmas dictados. Se crea en el dios que se crea, o aunque no se crea en ningún dios en absoluto, el mensaje es el mismo: mente y espíritu, bien equilibrados, son suficientes para llevar una vida satisfactoria y plena.
Para lograr ese objetivo no hay más que observarse realmente conocerse a uno mismo es reconocer cuántas cosas hacemos porque “quedan bien”, o porque nos lo ordenan o enseñan así, o porque es lo que se espera de nosotros, y cuántas deseamos hacer en verdad. Nadie nace violento, amargado o nervioso; el mundo exterior nos construye así. En nuestras manos está encontrar la paz que permite una mente clara y serena. En nuestras manos está elegir cómo actuamos, perdonarnos a nosotros mismos por nuestros errores, y no juzgar a los demás por los suyos. Eso es espiritualidad también.
La espiritualidad es la base del amor universal, comenzando por la aceptación y el compromiso de mejorar uno mismo. Solo así podemos auto comprendernos y comprender a los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario