A veces existen dos personas vacías, dependiendo la una de la otra. Dos personas incompletas dependiendo, recargándose una en la otra. Dos fichas de dominó, se mueve la una, la otra se cae… ¿es eso amor?
Sentimos vacío interior y nos apresuramos a llenarlo con alguien, pero eso no es amor. Ese vacío, esa soledad… de la que tanta gente está huyendo, lo tapamos buscando, teniendo cualquier tipo de actividad: social, trabajo, o abalanzándonos a los brazos de otra persona… para tratar de apaciguarlo.
Mas la única cura para esa soledad no es el contacto con seres humanos, sino el contacto con la realidad. ¿Qué significa eso?
Pues que si afrontaras la soledad, podrías descubrir, que no está ahí. Que no hay ningún “vacío”. Si afrontaras la ilusión con la que fuiste programado por tu sociedad, de que “necesitas” a otros para tu felicidad, te darías cuenta: no hay tal necesidad.
Esta es una ilusión que ha sido creada en nuestras cabezas. Y ahora apunto: tanto eso de lo que has estado huyendo, como lo que has estado buscando, está dentro de ti. Si afrontaras todo lo que está pasando dentro de ti, eso de lo que le estás huyendo, desaparecería; y lo que estás buscando, emergería.
Así que el amor no es el apaciguamiento, el calmante de nuestra soledad.
Aquí esta otra sorpresa. El amor no es deseo…
“Te deseo con todo mi corazón” “Te disfruto a fondo, pero estoy demasiado lleno, como para necesitarte. Es así: “cuando tu vienes, eres muy disfrutable y cuando te vas no soy para nada miserable. Voy a disfrutar la siguiente cosa, y la siguiente, y la siguiente persona, y la siguiente. Estoy lleno. Y si tu estas lleno también, que maravilloso es eso”
Nuestra sociedad y cultura esta todo el tiempo animándonos a agregar mas deseos. Somos más y más programados para ser infelices y para no amar.
No puedo decirles lo que es el amor, no puede ser dicho. No puedo decirles lo que la felicidad es, no puede ser dicho. Cuando sueltes tus miedos y tus apegos y tus ilusiones, entonces, tu sabrás.
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